Estela

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 19/10/2012 a las 18:58

Me ha dicho Claire, ¡El jabón, mira, el jabón se acaba!
Luego fumaba desnuda apoyada en la baranda del balcón en lo alto del edificio donde vivimos en la rue Cujas de la ciudad de Paris.
Me ha dicho Claire, ¡Mira, Philippo, la bruma viene!
Se ha quedado desnuda hasta que la bruma ha llegado y la ha envuelto. Yo no le he dicho, Mi nombre no es Philippo.
Me ha dicho Claire, ¡Tengo frío! Déjame. Tengo frío. No me toques. Tengo frío. Déjame.
La bruma tiritaba en su piel. Yo me he sentado en una vieja chaîse-longue y he encendido una vela.
Me ha dicho Claire, ¿Llegará la pleamar al Sena? Dime, James ¿Llegará a cubrirme?
He sonreído y le he dicho, No, no creo que la pleamar llegue al Sena. Pero no le he dicho que mi nombre no es James.
Me ha dicho Claire, Franchesco, abrázame. Voy a morir si no me abrazas ¿qué será de mí si no me abrazas? Abrázame Franchesco, abrázame.
He abrazado a Claire sin decirle, jamás se lo diría, que yo no soy Franchesco ni Philippo ni James.
Me ha dicho Claire, Vamos a la cama, amor mío.
Y junto a ella me he tendido y con mi verdadero nombre, Amor mío, me he dormido.
Narrativa | Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 19/10/2012 a las 18:58 | {2}