Antes el espacio se había vuelto azul y unos cuervos habían cantado la siguiente canción(traducida del cuervés): "¡Oh, tierras del norte, las muy mullidas,/ desde que os abandoné por las más secas tierras del sur/ siento en mi garganta la sequedad/ del amante abandonado cuando en su boca/ queda la última palabra de amor que no pudo ser dicha./ ¡Oh, tierras, tierras del norte! las muy añoradas/ las que a cada ausencia, lanzan sobre sí una niebla/".
Entonces todo parecía un diseño de alguien a quien muy antiguamente llamaron Dios. La palabra diseño unida a la palabra Dios produjo un tono malva en la nube que pasaba por cima del lago. Dos patos, lentos como el mundo, abrían las aguas con formas palmípedas; caía el polen y decían versos los juncales.
Después fueron los olores del atardecer y una carretera flanqueada de olmos y chopos con fondo de pinos.
Entonces todo parecía un diseño de alguien a quien muy antiguamente llamaron Dios. La palabra diseño unida a la palabra Dios produjo un tono malva en la nube que pasaba por cima del lago. Dos patos, lentos como el mundo, abrían las aguas con formas palmípedas; caía el polen y decían versos los juncales.
Después fueron los olores del atardecer y una carretera flanqueada de olmos y chopos con fondo de pinos.