Composición de Fernando Loygorri
El perro de abajo muerde
El perro de arriba lame
El perro de abajo desgarra
y surge como un fogonazo de luz (la liebre que cruza la carretera. Los faros del automóvil) el perro de abajo te provoca un dolor tan intenso en los que podríamos llamar los cojones (caso masculino) o el alma (unisex) que miras el mundo y todo te parece una puta mierda, una auténtico basurero, un vertedero mundial el perro de abajo incide en esa visión de sacrificio de carne humana o de extraño jeroglífico sin piedra roseta con la que descifrar el perro de abajo tiene los colmillos afilados y sabe dónde agarrarse puede ser que el perro de abajo surja como reacción a una ficción sobre la incidencia en la infancia de la vida de los otros un mundo digamos simbólico pero mundo que lucha constantemente contra la idea de el perro de abajo es fuerte y se agarra se agarra hasta que lo dejas morder porque como tantas y tantas paradojas sólo dejándole que muerda dejando que muerda donde quiera se soltará al final aburrido de la pasividad de la carne mordida porque el perro de abajo se ensaña contra el que lucha y se debilita si dejas de luchar y te permites levantarte con el mundo a tus espaldas harto de buenismo de confianza en uno mismo de flores a maría y justificaciones de estafas y sencillamente te cagas en dios una y mil veces cuantas veces quieras pero sin rabia sin luchar contra ese sentimiento de impotencia ese sentimiento de rebeldía y de asco ese sentimiento que tiene mucho que ver con el calor que hace y con la partida en muy breves días de los seres que amas y cuando observas ese día en que observas como si tú no formaras parte de lo que observas pero sabiendo que sí que eres lo mismo lo mismo lo mismo que es lo mismo que repetir guau guau guau porque el perro de abajo eres tú eres tú el perro de abajo que no soporta el hedor que el cenicero deja en ti tú que fumas pero tu perro de abajo no fuma o algo así algo parecido a ponerle cara al perro de abajo que tiene algo fisiognómicamente mezquino y cruel como podría ser la indiferencia de un padre o el miedo terrible de un hermano mayor o la cadencia del vientre abortado y la locura o el fondo del mar ahíto de mierda o la sangre o el hígado convertido en coño o el viejo rijoso o la horca o el asesinato selectivo o los que sólo se ocupan del fútbol o los que se ocupan de sus mierdas de cuitas o de los que ahora mismo ahora mismo guau guau guau están matando están extorsionando están sometiendo están obligando y el perro de abajo te impide ver hasta te impide leer un poema consolador de mario benedetti y si lo leyeras tú que eres ahora perro de abajo te reirás de la ingenuidad de semejante soflama sobre la visión propia para convertir la realidad en lo que tú quieras porque lo que quieres es cagarte en la puta madre de quien ideó esta orgía de desastres y el perro de abajo que eres tú guau guau quisiera tomar en su hocico el cenicero y lavarlo pero no puede porque está aquí tecleando usando mi cerebro mi otreidad que no sé ni para qué sirve ni por qué el mundo mi representación de él me está llevando desde hace tanto desde hace tanto guau grñññññ guau zas y siento en los cojones o en el alma o el coño vaya usted a saber ese sabor de la sangre fresca de la sangre que sale a borbotones de un ser bueno que agoniza y no quisiera verlo morir así aunque sea yo convertido en perro de abajo quien le está mordiendo quien le está carcomiendo los intestinos en esta mañana de julio justo cuando el perro de abajo mueve la cola y se ha tumbado y ha cerrado los ojos mientras mastica suavemente mis orfelunios y la música de un acordeón deja ecos de tango y bragas verdes y calzoncillos modernos y camisa quitada y sudor sudor sudor hasta que vuelva a sonreír el muy hijo de puta y sus ojos se inyecten en sangre la sangre fresca del que era inocente y vuelva a dentelladas secas y brutales a desgarrar lo poco que quede de esperanza en este mundo abortado creado por dioses caníbales con máscaras de benefactores de marras y adoradores de los juegos y pan y circo y guau grrrrñññññ y duele me duelo cuando me muerdo y las tazas de café vuelan por encima de mis orejas y siento y siento el sinsentido de todo esto el niño que está espatarrado y con media cara arrancada por no sé qué cuestiones de lindes la gente que se ha volatilizado en no sé qué avión los que fueron asaltados en sus casas el hombre que salía con su pensión y fue navajeado el banquero que sonríe el muy hijo de puta la farmacéutica que vende un producto que sabe falso los que tienen cáncer porque otros contaminaron sus aguas los que tienen sed porque otros les roban el agua el perro de abajo el perro de abajo guau guau grrrrñññññ que soy yo yo despedazándome el hígado el perro de abajo al que tengo que dejar al que tengo que acariciar en esta mañana de julio con todo el terror que me causa que me estoy viendo destripado que me estoy viendo al final del camino y ante mí el perro de abajo me abre el abismo y el infierno y william blake y no sé cuántos más cuántos se atrevieron a enseñar las fauces de su propio perro guau guau guau grrrrrrrrñññññ te voy a arrancar el alma pedazo de cabrón miserable hijo de la gran chingada y voy a esparcir tus tripas por este desierto llamado mundo mundo mundo guau guau grrrñññ déjame descansar un rato deja de morderme deja de morderme que me tengo que marchar y dar los buenos días y esbozar una sonrisa dentro de veinte minutos
El perro de arriba lame
El perro de abajo desgarra
y surge como un fogonazo de luz (la liebre que cruza la carretera. Los faros del automóvil) el perro de abajo te provoca un dolor tan intenso en los que podríamos llamar los cojones (caso masculino) o el alma (unisex) que miras el mundo y todo te parece una puta mierda, una auténtico basurero, un vertedero mundial el perro de abajo incide en esa visión de sacrificio de carne humana o de extraño jeroglífico sin piedra roseta con la que descifrar el perro de abajo tiene los colmillos afilados y sabe dónde agarrarse puede ser que el perro de abajo surja como reacción a una ficción sobre la incidencia en la infancia de la vida de los otros un mundo digamos simbólico pero mundo que lucha constantemente contra la idea de el perro de abajo es fuerte y se agarra se agarra hasta que lo dejas morder porque como tantas y tantas paradojas sólo dejándole que muerda dejando que muerda donde quiera se soltará al final aburrido de la pasividad de la carne mordida porque el perro de abajo se ensaña contra el que lucha y se debilita si dejas de luchar y te permites levantarte con el mundo a tus espaldas harto de buenismo de confianza en uno mismo de flores a maría y justificaciones de estafas y sencillamente te cagas en dios una y mil veces cuantas veces quieras pero sin rabia sin luchar contra ese sentimiento de impotencia ese sentimiento de rebeldía y de asco ese sentimiento que tiene mucho que ver con el calor que hace y con la partida en muy breves días de los seres que amas y cuando observas ese día en que observas como si tú no formaras parte de lo que observas pero sabiendo que sí que eres lo mismo lo mismo lo mismo que es lo mismo que repetir guau guau guau porque el perro de abajo eres tú eres tú el perro de abajo que no soporta el hedor que el cenicero deja en ti tú que fumas pero tu perro de abajo no fuma o algo así algo parecido a ponerle cara al perro de abajo que tiene algo fisiognómicamente mezquino y cruel como podría ser la indiferencia de un padre o el miedo terrible de un hermano mayor o la cadencia del vientre abortado y la locura o el fondo del mar ahíto de mierda o la sangre o el hígado convertido en coño o el viejo rijoso o la horca o el asesinato selectivo o los que sólo se ocupan del fútbol o los que se ocupan de sus mierdas de cuitas o de los que ahora mismo ahora mismo guau guau guau están matando están extorsionando están sometiendo están obligando y el perro de abajo te impide ver hasta te impide leer un poema consolador de mario benedetti y si lo leyeras tú que eres ahora perro de abajo te reirás de la ingenuidad de semejante soflama sobre la visión propia para convertir la realidad en lo que tú quieras porque lo que quieres es cagarte en la puta madre de quien ideó esta orgía de desastres y el perro de abajo que eres tú guau guau quisiera tomar en su hocico el cenicero y lavarlo pero no puede porque está aquí tecleando usando mi cerebro mi otreidad que no sé ni para qué sirve ni por qué el mundo mi representación de él me está llevando desde hace tanto desde hace tanto guau grñññññ guau zas y siento en los cojones o en el alma o el coño vaya usted a saber ese sabor de la sangre fresca de la sangre que sale a borbotones de un ser bueno que agoniza y no quisiera verlo morir así aunque sea yo convertido en perro de abajo quien le está mordiendo quien le está carcomiendo los intestinos en esta mañana de julio justo cuando el perro de abajo mueve la cola y se ha tumbado y ha cerrado los ojos mientras mastica suavemente mis orfelunios y la música de un acordeón deja ecos de tango y bragas verdes y calzoncillos modernos y camisa quitada y sudor sudor sudor hasta que vuelva a sonreír el muy hijo de puta y sus ojos se inyecten en sangre la sangre fresca del que era inocente y vuelva a dentelladas secas y brutales a desgarrar lo poco que quede de esperanza en este mundo abortado creado por dioses caníbales con máscaras de benefactores de marras y adoradores de los juegos y pan y circo y guau grrrrñññññ y duele me duelo cuando me muerdo y las tazas de café vuelan por encima de mis orejas y siento y siento el sinsentido de todo esto el niño que está espatarrado y con media cara arrancada por no sé qué cuestiones de lindes la gente que se ha volatilizado en no sé qué avión los que fueron asaltados en sus casas el hombre que salía con su pensión y fue navajeado el banquero que sonríe el muy hijo de puta la farmacéutica que vende un producto que sabe falso los que tienen cáncer porque otros contaminaron sus aguas los que tienen sed porque otros les roban el agua el perro de abajo el perro de abajo guau guau grrrrñññññ que soy yo yo despedazándome el hígado el perro de abajo al que tengo que dejar al que tengo que acariciar en esta mañana de julio con todo el terror que me causa que me estoy viendo destripado que me estoy viendo al final del camino y ante mí el perro de abajo me abre el abismo y el infierno y william blake y no sé cuántos más cuántos se atrevieron a enseñar las fauces de su propio perro guau guau guau grrrrrrrrñññññ te voy a arrancar el alma pedazo de cabrón miserable hijo de la gran chingada y voy a esparcir tus tripas por este desierto llamado mundo mundo mundo guau guau grrrñññ déjame descansar un rato deja de morderme deja de morderme que me tengo que marchar y dar los buenos días y esbozar una sonrisa dentro de veinte minutos