Hay una mujer que quiere ser besada y se sabe que no muy lejos titilan estrellas muertas
En los mares la espuma no siempre es limpia
La boca sabe mal tras la resaca
y hay un olor en la axila que rememora tiempos de caza
El asueto se ha tomado un descanso
Lo inaudito no se oye
La plaga se está gestando a fuego lento en la garganta de una mezzo
El gris deviene en azul y éste se desmaya en blanco
La ortopedia ha decidido caminar con pies ligeros
Ven, dice la amante y deja caer el viento
El cadáver flota
La araña afila su quelícero
Montañas nevadas nos han secado
Fuisteis al oriente extremo y os cocinaron durante milenios en el gran caldero
¡Oh, cuéntales la invasión de los godos
anima esta noche con las garras de la historia
deleítalos con mil y una anécdotas
y resuelve el enigma como el asno al comer rosas se transforma en hombre!
Esculpía en lo hondo del bosque
la estructura
Dominaba en sus lindes
los contornos
y en la cima de la copa del más alto de los árboles
se desgañitaba resolviendo dameros malditos
¡Oh, arquero!
¡Oh, ballestero!
Dejadme en mis soledades
aunque el agua esté turbia y mis manos adolezcan de flacidez
No impidais que se zambulla y que sus bracitos aleteen
La noche os responderá el por qué de este ruego
La noche será la mensajera del Cielo
La noche bastarda de su padre enero
¡Ay, que me caigo!
¡Ay, la luz, la luz!
Ahora recuerdo la sensación de lengua
y recorre mi piel una saliva vieja
¡Ay, que no recuerdo!
¡Ay, castillo ciego!
En los mares la espuma no siempre es limpia
La boca sabe mal tras la resaca
y hay un olor en la axila que rememora tiempos de caza
El asueto se ha tomado un descanso
Lo inaudito no se oye
La plaga se está gestando a fuego lento en la garganta de una mezzo
El gris deviene en azul y éste se desmaya en blanco
La ortopedia ha decidido caminar con pies ligeros
Ven, dice la amante y deja caer el viento
El cadáver flota
La araña afila su quelícero
Montañas nevadas nos han secado
Fuisteis al oriente extremo y os cocinaron durante milenios en el gran caldero
¡Oh, cuéntales la invasión de los godos
anima esta noche con las garras de la historia
deleítalos con mil y una anécdotas
y resuelve el enigma como el asno al comer rosas se transforma en hombre!
Esculpía en lo hondo del bosque
la estructura
Dominaba en sus lindes
los contornos
y en la cima de la copa del más alto de los árboles
se desgañitaba resolviendo dameros malditos
¡Oh, arquero!
¡Oh, ballestero!
Dejadme en mis soledades
aunque el agua esté turbia y mis manos adolezcan de flacidez
No impidais que se zambulla y que sus bracitos aleteen
La noche os responderá el por qué de este ruego
La noche será la mensajera del Cielo
La noche bastarda de su padre enero
¡Ay, que me caigo!
¡Ay, la luz, la luz!
Ahora recuerdo la sensación de lengua
y recorre mi piel una saliva vieja
¡Ay, que no recuerdo!
¡Ay, castillo ciego!