Los ojos no están diciendo
Por la vereda
pardean
El piano
dejó en alto la penúltima nota
¿No podrías mirar con más amor el pecho?
¿No podrías aceptar sin más palabras?
Los faros recompuestos
La tiranía de la luz
Semiesfera
¡Quemad las nubes!
¡Quemadlas!
Entre el mal del bar en el que acabaron, surgía en mitad de unas frases de compromiso...
¡Kilómetros! ¡Benditos seáis!
Llevar delante presentar ofrecer mostrar adelantarse ser capaz conferir elación prelado interferir
Patria dévese aún de preferir al propio padre, porque es más universal y más durable
O anteponer
Pantano era por entonces palabra poco arraigada y se prefería laguno
¡Tantas palabras! ¡Tan pocos silencios! ¡Aceptar el hecho! ¡Sosegarse entonces! La noche si se quiere o el diván del opio Mirar la estrella que apenas parpadea Anotar el número que marca el coeficiente intelectual Apagar a luz Alejar la marea Destruir las noticias que llegaron de Argentina
O dormir a pierna suelta
En todo caso siempre quedará el gran argumento de Barbier: el normando verhoule 'marea', 'reflujo', sería prueba irrefutable del origen germánico de houle, puesto que verhoule ha de venir de un verbo *verhouler 'ahuecar' y de ahí la ola que ahueca el mar.
Queda solamente un escrúpulo de orden geográfico-semántico: ¿es verosímil un arabismo náutico trasmitido precisamente por el castellano a los demás romances?
Ahora déjate envenenar
Aleja de ti el antídoto
Sufre la náusea pasajera
Desciende a los reinos de la diosa
No llores ante ella
Ni juntes tus manos en señal de sumisión
La brecha no se hará más grande ni el agua será más dulce
Por la vereda
pardean
El piano
dejó en alto la penúltima nota
¿No podrías mirar con más amor el pecho?
¿No podrías aceptar sin más palabras?
Los faros recompuestos
La tiranía de la luz
Semiesfera
¡Quemad las nubes!
¡Quemadlas!
Entre el mal del bar en el que acabaron, surgía en mitad de unas frases de compromiso...
¡Kilómetros! ¡Benditos seáis!
Llevar delante presentar ofrecer mostrar adelantarse ser capaz conferir elación prelado interferir
Patria dévese aún de preferir al propio padre, porque es más universal y más durable
O anteponer
Pantano era por entonces palabra poco arraigada y se prefería laguno
¡Tantas palabras! ¡Tan pocos silencios! ¡Aceptar el hecho! ¡Sosegarse entonces! La noche si se quiere o el diván del opio Mirar la estrella que apenas parpadea Anotar el número que marca el coeficiente intelectual Apagar a luz Alejar la marea Destruir las noticias que llegaron de Argentina
O dormir a pierna suelta
En todo caso siempre quedará el gran argumento de Barbier: el normando verhoule 'marea', 'reflujo', sería prueba irrefutable del origen germánico de houle, puesto que verhoule ha de venir de un verbo *verhouler 'ahuecar' y de ahí la ola que ahueca el mar.
Queda solamente un escrúpulo de orden geográfico-semántico: ¿es verosímil un arabismo náutico trasmitido precisamente por el castellano a los demás romances?
Ahora déjate envenenar
Aleja de ti el antídoto
Sufre la náusea pasajera
Desciende a los reinos de la diosa
No llores ante ella
Ni juntes tus manos en señal de sumisión
La brecha no se hará más grande ni el agua será más dulce