Ya es la hora. Ha de encender la luz. No sabe si empezará a hacerlo poco a poco o si será súbito, de una vez y para siempre [...] no le dirá nada el sueño que tuvo en el que caminaba por la ciudad en la que nunca estuvo (jamás soñó Seúl) [...] es ponerse de pie, atreverse a bailar un calypso a la orilla del mar Caribe mientras sobre una mesa de cristal y forja descansa un ron bien tostado [...] caricias en los muslos, dentro de los muslos, caricias de humedales bajo un cielo más cercano a la Tierra, un cielo que diera la sensación de poder ser alcanzado con tan sólo estirar el brazo [...] cielo de piedra [...] fuego orbital [...] ya, ya es la hora, en este momento de las sociedades del espectáculo donde la hegemonía del cuerpo sigue ejerciendo su tiranía -el cuerpo de Hitler, el cuerpo de Mussolini, el cuerpo de Trump- y la belleza canónica se expande por la inteligencia artificial [...] será ahora y nunca más. Tendrá que mirarse y aceptar la comisura de sus labios, la poca carne que atesoran, lo poco vigorosa que luce su melena. Cae sobre el mundo el frío del invierno; apenas las manos consiguen moverse y el aire que respira le devuelve una historia de aguas [...] podría haber sido mañana [...] será ahora: su cuello, sus hombros (sí, un día, un muchacho, le acarició el hombro y alabó su forma), su pecho, su columna, sus brazos, su cintura, su cadera, sus nalgas, su sexo, sus muslos, sus rodillas, sus gemelos, sus tobillos, sus dedos; ahora ha de ser, tras encender la luz, sí, ahora, súbitamente, sí, a golpe de vista, el fin del mundo, la carne cae, la atardecida [...]
Desnudo
Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 26/11/2024 a las 18:55Ya es la hora. Ha de encender la luz. No sabe si empezará a hacerlo poco a poco o si será súbito, de una vez y para siempre [...] no le dirá nada el sueño que tuvo en el que caminaba por la ciudad en la que nunca estuvo (jamás soñó Seúl) [...] es ponerse de pie, atreverse a bailar un calypso a la orilla del mar Caribe mientras sobre una mesa de cristal y forja descansa un ron bien tostado [...] caricias en los muslos, dentro de los muslos, caricias de humedales bajo un cielo más cercano a la Tierra, un cielo que diera la sensación de poder ser alcanzado con tan sólo estirar el brazo [...] cielo de piedra [...] fuego orbital [...] ya, ya es la hora, en este momento de las sociedades del espectáculo donde la hegemonía del cuerpo sigue ejerciendo su tiranía -el cuerpo de Hitler, el cuerpo de Mussolini, el cuerpo de Trump- y la belleza canónica se expande por la inteligencia artificial [...] será ahora y nunca más. Tendrá que mirarse y aceptar la comisura de sus labios, la poca carne que atesoran, lo poco vigorosa que luce su melena. Cae sobre el mundo el frío del invierno; apenas las manos consiguen moverse y el aire que respira le devuelve una historia de aguas [...] podría haber sido mañana [...] será ahora: su cuello, sus hombros (sí, un día, un muchacho, le acarició el hombro y alabó su forma), su pecho, su columna, sus brazos, su cintura, su cadera, sus nalgas, su sexo, sus muslos, sus rodillas, sus gemelos, sus tobillos, sus dedos; ahora ha de ser, tras encender la luz, sí, ahora, súbitamente, sí, a golpe de vista, el fin del mundo, la carne cae, la atardecida [...]
Narrativa Tags :
Fantasmagorías
| Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 26/11/2024 a las 18:55 |
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