[...] Esa conciencia del propio y estrechado existir halló en Quevedo expresión y forma interior de subida belleza, es decir, cargadas de tal virtud que nos obligan a alzarnos hasta sus palabras en un movimiento de adhesión grata y reverente:
"Retirado en la paz de estos desiertos,
con pocos, pero doctos libros juntos,
vivo en conversación con los difuntos,
y escucho con mis ojos a los muertos.
Si no siempre entendidos, siempre abiertos,
o enmiendan, o secundan mis asuntos;
y en músicos callados contrapuntos,
al sueño de la vida hablan despiertos."
O sea, que el motivo y la finalidad de la expresión literaria en España respondían [en el siglo XVII] a un estado de cosas sin parejo en Europa, en donde las fallas y los conflictos fueron muy otros.
Nota: De la edad conflictiva de Américo Castro abunda en su teoría de que la particular historia de España en el contexto europeo proviene de que en ella convivieron durante siglos tres castas: moros, judíos y cristianos y cuando la casta cristiana venció a las otras dos se produjo un desequilibrio que influyó decisivamente en el gobierno y subdesarrollo del país durante siglos.
"Retirado en la paz de estos desiertos,
con pocos, pero doctos libros juntos,
vivo en conversación con los difuntos,
y escucho con mis ojos a los muertos.
Si no siempre entendidos, siempre abiertos,
o enmiendan, o secundan mis asuntos;
y en músicos callados contrapuntos,
al sueño de la vida hablan despiertos."
O sea, que el motivo y la finalidad de la expresión literaria en España respondían [en el siglo XVII] a un estado de cosas sin parejo en Europa, en donde las fallas y los conflictos fueron muy otros.
Nota: De la edad conflictiva de Américo Castro abunda en su teoría de que la particular historia de España en el contexto europeo proviene de que en ella convivieron durante siglos tres castas: moros, judíos y cristianos y cuando la casta cristiana venció a las otras dos se produjo un desequilibrio que influyó decisivamente en el gobierno y subdesarrollo del país durante siglos.