Querido Fernando:
Tumbado en la playa he leído tu entrada llamada No. Sabes que no soy mucho de aconsejar, de hecho el consejo me parece siempre una falta de humildad pero, por el cariño que te tengo, no puedo por menos que decirte lo siguiente: ¡Que le den por culo! No te detengas en esas anécdotas de la vida. Son cenizas. Arrímate a un buen fuego y disfruta, muchacho, que pareces nuevo.
¡Y, hala, a escribir!
Tumbado en la playa he leído tu entrada llamada No. Sabes que no soy mucho de aconsejar, de hecho el consejo me parece siempre una falta de humildad pero, por el cariño que te tengo, no puedo por menos que decirte lo siguiente: ¡Que le den por culo! No te detengas en esas anécdotas de la vida. Son cenizas. Arrímate a un buen fuego y disfruta, muchacho, que pareces nuevo.
¡Y, hala, a escribir!