164.- La mercantilización de la existencia tiene un deje de rumba.
165.- El juez inflexible miraba la joroba del acusado y ensoñaba ponerlo recto.
166.- La familia tiene en sí la esencia de los puerros: es diurética.
167.- ¡Dadme el amanecer y ganaré cien batallas!
168.- Tenía una voz tan prodigiosa que sólo se pudo ganar la vida haciendo un número de pedos.
169.- Melancolía tienes nombre de pez.
170.- Sebo, ¡hueles a polla!
171.- Divinal el coño que deja tras de sí el aroma de mil enredos.
172.- ¡Encúlame, hermano! ¡Encúlame! Para poder llegar con los anos limpios a violar a nuestros padres que yacen viejos en los catres de los barracones.
173.- La noche se enciende y calma mi sed de infierno.
174.- ¡Una gota más, una gota más de tu lluvia dorada, mamá!
175.- Luego nos comeremos los caballos y con las yeguas jugaremos a la infancia.
176.- He de volver a la comedia antigua para bailar obscenamente en honor a Dionisos mientras él -buen y salvaje dios- se mete las flautas por donde le quepan.
177.- ¡Láudano! Abismo negro. Suspensión neumática ¡Láudano! Ven, ven a mí. Droga de tul. Ruta de seda.
178.- ¡Córrete en mi boca! ¡Déjame pringosas las comisuras de los labios! ¡Oh, blanca Lefa bendita! Amén.
179.- Cuando la obscenidad se pone velo se convierte en meapilas.
Los aforismos que van desde el nº 164 al nº 179
-y que se compendian bajo el título de Aforismos (16)-,
son todos responsabilidad del director y autor de esta revista
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Frankenstein (Boris Karloff)