Fragmento (manuscrito)
116.- Soy un hombre que mira.
117.- Confieso que he pedido ( y que por lo tanto es posible que anide en mí el odio de los que mendigan hacia los que dan según antigua sentencia).
118.- Me impresiona que un día los filtros que reprimen mis fobias desaparecieran y de mi mente a mi boca no hubiera nada que impidiera decir el pensamiento.
119.- La manipulación es la orden del día de toda civilización.
120.- Hay que afinar para no herir.
121.- El daño que te hizo el teatro, me decía un amigo. Me parece un frase linda.
122.- Es martes y el mundo se asemeja tanto al de ayer que casi diría que es idéntico de donde se deduce que debería alterar el inicio de este aforismo y escribir, Es lunes.
123.- El runrún de una máquina me confirma que la civilización es cultura hueca.
124.- La escasez no es buen negocio.
125.- Sé que las imágenes del sueño -absolutamente olvidadas- están marcando la dirección de los dedos en las teclas que actúan a partir de una orden cerebral prefijada en alguna hora, de madrugada.
126- La juventud es esa etapa de la vida en la que por mor de los neurotransmisores pertinentes pasas de ser uno a ser ciento y la madre.
127.- La vejez y la niñez son semejantes porque en ambas eres uno. ¡Lo que cuesta aceptar volver a ser uno y no ciento y la madre!
128.- Lástima que no sea una ley de la mecánica el que arrieritos somos y por el camino nos encontraremos.
129.- Quiero salir. Ver el hayedo. El espíritu del fresno -una vez ha sido descubierto- ha huido. Continúo el camino que asciende ligero hasta una cumbre que no es tal. Miro a los lados. Prevengo el ataque del diablo sin pensar siquiera en ello (hay un diablo que tiene el aspecto de un jabalí sin pelo).
130.- Muero porque no muero (una vez muerto ya no muero).
Los aforismos que van desde el nº 116 al número 130
-y que se compendian bajo el título de Aforismos (12)-,
son todos responsabilidad del director y autor de esta revista
117.- Confieso que he pedido ( y que por lo tanto es posible que anide en mí el odio de los que mendigan hacia los que dan según antigua sentencia).
118.- Me impresiona que un día los filtros que reprimen mis fobias desaparecieran y de mi mente a mi boca no hubiera nada que impidiera decir el pensamiento.
119.- La manipulación es la orden del día de toda civilización.
120.- Hay que afinar para no herir.
121.- El daño que te hizo el teatro, me decía un amigo. Me parece un frase linda.
122.- Es martes y el mundo se asemeja tanto al de ayer que casi diría que es idéntico de donde se deduce que debería alterar el inicio de este aforismo y escribir, Es lunes.
123.- El runrún de una máquina me confirma que la civilización es cultura hueca.
124.- La escasez no es buen negocio.
125.- Sé que las imágenes del sueño -absolutamente olvidadas- están marcando la dirección de los dedos en las teclas que actúan a partir de una orden cerebral prefijada en alguna hora, de madrugada.
126- La juventud es esa etapa de la vida en la que por mor de los neurotransmisores pertinentes pasas de ser uno a ser ciento y la madre.
127.- La vejez y la niñez son semejantes porque en ambas eres uno. ¡Lo que cuesta aceptar volver a ser uno y no ciento y la madre!
128.- Lástima que no sea una ley de la mecánica el que arrieritos somos y por el camino nos encontraremos.
129.- Quiero salir. Ver el hayedo. El espíritu del fresno -una vez ha sido descubierto- ha huido. Continúo el camino que asciende ligero hasta una cumbre que no es tal. Miro a los lados. Prevengo el ataque del diablo sin pensar siquiera en ello (hay un diablo que tiene el aspecto de un jabalí sin pelo).
130.- Muero porque no muero (una vez muerto ya no muero).
Los aforismos que van desde el nº 116 al número 130
-y que se compendian bajo el título de Aforismos (12)-,
son todos responsabilidad del director y autor de esta revista