porque todo el que opina es un moralista tiendo a no opinar es ésta una frase que podría estar escribiendo cualquier autor para cualquier personaje en cualquier lugar del mundo podría ser una autora que reivindicara la escritura en los cafés de provincias podría ser una autora que estuviera empezando y lanzase al mundo esa frase con la sana intención de êpater podría ser un autor futuro una vez haya ocurrido el cataclismo el mundial porque cataclismos personales ocurren todos los días ahora mismo están sucediéndose a una velocidad excesiva simultáneamente con una idéntica intensidad de drama y con las horas subsiguientes que serán terribles y que con el tiempo incluso se olvidarán como se olvida el dolor tremendo que se tuvo cuando aquel a quien tanto se quería nos dejó o esa angustia que se derrama al fin cuando ves la muerte de un ser querido y ocurre el momento en que dejas salir toda la pena que llevas dentro también ese dolor la intensidad de ese dolor se acaba olvidando porque puede que existan las memorias de dolor pero también existen sus amnesias no no me olvido que recordaba ese otro cataclismo ese apocalipsis al que nos están entrenando esta nueva sensación de guerra fría y amenaza nuclear sobre nuestras cabezas tras ese cataclismo un autor post apocalíptico escribe desde un refugio nuclear en los bosques de Laponia algo así sobre los moralistas y la opinión y para avalar su tesis establece un inicio que lo colocaría justo antes de que estallase la primera bomba nuclear justo antes del gran exterminio ese que algunos pre apocalípticos consideramos hasta necesario para Gea ser vivo generador de mamíferos mamíferos nosotros los que tecleamos los que pensamos los que no paramos de darle a la húmeda los ultrasociales los más gregarios entre los primates los inventores por gracia de Gea del arma de su destrucción los sementales las hembras paradiroras los ni fu ni fa ni fe los conocedores de idiomas arcanos los continuadores del patrón religioso aplicado a la ciencia los adoradores esos esos todos pre apocalípticos justo antes de las fiestas familiares por antonomasia en occidente sea lo que sea occidente o antonomasia o apocalipsis o emigración o balbuceo o trampa o saduceo o maniquí o galerna o muela antes de todas esas palabras antes de los esturiones antes de la urbilateria antes antes el que opina es un moralista oh el mundo sea llenado de putos moralistas que nos aprieten los cojones o los pezones que nos los retuerzan hasta generarnos un dolor insoportable con sus putas opiniones que nos inunden con su mierda que olamos a opinión de mierda que seamos santificados por la opinión que comulguemos opinión y su cuerpo sea el sebo del prepucio de un viejo miserable en el nombre del sebo del prepucio viejo yo te bendigo ay que suspiro y me dejo llevar por los poetas ay las adelfas ay las madreperlas ay aquellos ojos que una vez miraron como si nunca hubiera habido ayer
Actualidad de siempre
Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 11/10/2022 a las 19:32porque todo el que opina es un moralista tiendo a no opinar es ésta una frase que podría estar escribiendo cualquier autor para cualquier personaje en cualquier lugar del mundo podría ser una autora que reivindicara la escritura en los cafés de provincias podría ser una autora que estuviera empezando y lanzase al mundo esa frase con la sana intención de êpater podría ser un autor futuro una vez haya ocurrido el cataclismo el mundial porque cataclismos personales ocurren todos los días ahora mismo están sucediéndose a una velocidad excesiva simultáneamente con una idéntica intensidad de drama y con las horas subsiguientes que serán terribles y que con el tiempo incluso se olvidarán como se olvida el dolor tremendo que se tuvo cuando aquel a quien tanto se quería nos dejó o esa angustia que se derrama al fin cuando ves la muerte de un ser querido y ocurre el momento en que dejas salir toda la pena que llevas dentro también ese dolor la intensidad de ese dolor se acaba olvidando porque puede que existan las memorias de dolor pero también existen sus amnesias no no me olvido que recordaba ese otro cataclismo ese apocalipsis al que nos están entrenando esta nueva sensación de guerra fría y amenaza nuclear sobre nuestras cabezas tras ese cataclismo un autor post apocalíptico escribe desde un refugio nuclear en los bosques de Laponia algo así sobre los moralistas y la opinión y para avalar su tesis establece un inicio que lo colocaría justo antes de que estallase la primera bomba nuclear justo antes del gran exterminio ese que algunos pre apocalípticos consideramos hasta necesario para Gea ser vivo generador de mamíferos mamíferos nosotros los que tecleamos los que pensamos los que no paramos de darle a la húmeda los ultrasociales los más gregarios entre los primates los inventores por gracia de Gea del arma de su destrucción los sementales las hembras paradiroras los ni fu ni fa ni fe los conocedores de idiomas arcanos los continuadores del patrón religioso aplicado a la ciencia los adoradores esos esos todos pre apocalípticos justo antes de las fiestas familiares por antonomasia en occidente sea lo que sea occidente o antonomasia o apocalipsis o emigración o balbuceo o trampa o saduceo o maniquí o galerna o muela antes de todas esas palabras antes de los esturiones antes de la urbilateria antes antes el que opina es un moralista oh el mundo sea llenado de putos moralistas que nos aprieten los cojones o los pezones que nos los retuerzan hasta generarnos un dolor insoportable con sus putas opiniones que nos inunden con su mierda que olamos a opinión de mierda que seamos santificados por la opinión que comulguemos opinión y su cuerpo sea el sebo del prepucio de un viejo miserable en el nombre del sebo del prepucio viejo yo te bendigo ay que suspiro y me dejo llevar por los poetas ay las adelfas ay las madreperlas ay aquellos ojos que una vez miraron como si nunca hubiera habido ayer