Quiero desde hace unos días mostrar una foto. Las circunstancias técnicas me lo impiden. Busco en las imágenes de internet la imagen que quiero mostrar. No la encuentro. Buscar y encontrar. Quería hacerlo para mostrar la belleza de un cuerpo viejo. Hacer ver que la delgadez, la musculosidad, la ausencia de rastros de vida, no son la única belleza. Ni la belleza inocente es la más bella... por la que el tiempo corre sin saberlo -parafraseando a Luis Cernuda: Donde habite el olvido, en los vastos jardines sin aurora; donde yo sólo sea memoria de una piedra sepultada entre ortigas por donde el viento pasa sin saberlo-.
Al final por no encontrar no he encontrado tampoco el motivo real de este deseo. Quizá tan sólo sea una mera cuestión estética. Cuando vi la foto en el periódico la recorté y la escaneé. Es publicidad del reloj Swacht para el día de la madre. O por qué no un desafío al ordenador que se empeña en impedir que pueda colgar la foto en este blog. Lo dejaremos, pues, a título de inventario.
Al final por no encontrar no he encontrado tampoco el motivo real de este deseo. Quizá tan sólo sea una mera cuestión estética. Cuando vi la foto en el periódico la recorté y la escaneé. Es publicidad del reloj Swacht para el día de la madre. O por qué no un desafío al ordenador que se empeña en impedir que pueda colgar la foto en este blog. Lo dejaremos, pues, a título de inventario.