Dibujo Milo Manara
Hoy no ha nevado. El sol ha lucido durante toda la mañana y ha diluido toda la nieve acumulada en los tejados. Tan sólo donde no ha dado el sol la nieve se ha convertido en hielo y los hombres han ido en busca de sal gorda para solucionar el entuerto. Aunque hermosa y llena de una energía que se contagia, la nieve tiene un poso de amenaza. A lo mejor esta intuición viene de muy lejos, está inscrita en el hipotálamo, en esa memoria ancestral, de cuando el fuego aún no nos había convertido en humanos -si hacemos caso a la antigua máxima de que el ser humano es el animal que sabe hacer pan- y así la contemplación de una larga nevada al tiempo que nos proporciona una sensación de exaltación y lentitud también inscribe un pensamiento que se encuentra -por ordenarlo en planos- en un segundo plano y que viene a decir, Vale pero que no dure mucho.