63.- La honestidad de tu hacer ha de bastarte.
64.- Nadie tiene el derecho ha reconvenirte ninguna acción tuya que parta desde la honestidad.
65.- Y porque ocurre has de rebelarte contra ello aún a costa de perder para siempre a la persona deshonesta. Porque deshonesta es la persona que reconviene una acción honesta.
66.- ¡Cuánto cuesta poner en práctica las obviedades!
67.- Honesto, ta: adj. Lo que es en sí bueno, decente, permitido y honroso. Vale también razonable y justo.
68.- Honesto se emparenta con honor y con honra. Porque no se puede vivir con honra si no se es honesto y la honra es la vivencia del honor.
69.- También puede ocurrir que alguna acción honesta tuya sea incomprendida como tal por la persona a la que va dirigida esa acción. Tan sólo a ella habrás de dar explicaciones. Nadie que no sea ella tiene derecho a inmiscuirse. Será obligación tuya hacérselo saber.
70.- Es lícito preguntarse por qué querría alguien inmiscuirse en una acción que no le compete. Las respuestas serán muchas, seguramente, pero podrían quedar reducidas a dos: 1) Porque esa persona no puede reconocer la honestidad. 2) Porque tu acción honesta realizada por ella se convertiría de inmediato en deshonesta.
71.- ¿Cabe entonces que una misma acción pueda ser honesta o deshonesta según la persona que la ejecute? No. Sería más correcto decir según la intención con la que se ejecute.