Los comedores de patatas de Vincent van Gogh. 1885
He llegado a la conclusión -tras una conversación con mi querida Angélica- que verdades, aún minúsculas, sobre asuntos familiares son imposibles a la par que inútiles así es que sin sentirlo en absoluto y por el momento desisto de seguir. Por cierto ¡qué alivio!
Lo que sí haré es seguir con este Tag y ensayaré sobre otras verdades porque la verdad es que la verdad me divierte.